Este evangelio parece haber sido escrito al mismo tiempo que el de Mateo, aunque es posible pensar en versiones más tardías. Parece que ninguno de los dos autores sabía del trabajo del otro. El texto se originó cerca del Mar Egeo o en Asia Menor. El evangelio es la primera parte de un trabajo en dos volúmenes el cual incluye el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Aparentemente Lucas tiene dos intereses interrelacionados. Para los no cristianos en el imperio Romano quiere presentar la Iglesia como una "comunidad filosóficamente iluminada, políticamente inofensiva, socialmente benevolente y generosa." Lucas presenta el cristianismo como una religión para judíos y gentiles digna de reconocimiento por parte del imperio romano. El evangelista confronta el hecho escandaloso de que el fundador de la Iglesia había sido ejecutado por rebelión por un prefecto romano indicando que Pilato declaró a Jesús inocente tres veces [23:4,14,22]. Además, en Lucas el centurión al pie de la cruz (a diferencia de Mc y Mt) exclama,  "verdaderamente, este hombre era inocente" [23:47]. Tampoco es accidental que todos los personajes romanos en Lucas y Hechos son presentados de manera positiva. 

Lucas tiene un segundo interés para los miembros de la Iglesia. Porque en su momento histórico la proclamación de la Iglesia a los judíos está declinado y creciendo entre los gentiles, algunos aparentemente se preguntan si Dios se ha mantenido fiel a las promesas hechas al pueblo de Israel y si serían bendecidos. Si la bendición por medio de Cristo ahora se estaba dirigiendo a los gentiles, ¿qué se podría decir de las promesas divinas a los judíos? ¿Era la Iglesia una perversión del Judaísmo como algunos venían diciendo? La respuesta de Lucas es afirmar que la Iglesia comenzó, tal como Dios quería, entre los judíos piadosos y respetuosos de la Ley (¡incluyendo a Jesús!) y que los judeocristianos constituyen el corazón judío irremplazable de una Iglesia crecientemente gentil. Por medio de ellos viene "una luz que se revelará a las naciones y la gloria del pueblo de Israel" [2:32].

La imagen de Jesús que Lucas presenta se refiere a estas dos metas. Para Lucas Jesús trae la paz verdadera, integridad espiritual y física, sanación y reconciliación. Por lo tanto, el icono de este evangelio es una paloma de paz. En el momento del nacimiento de Jesús, ángeles proclaman "la buena noticia que será motivo de alegría para todo el pueblo: hoy.... ha nacido para ustedes un Salvador... paz en la tierra a los hombres que ama el Señor" [2:10-11,14]. Estas palabras hacen eco a las palabras inscritas en un monumento alabando a César Augusto como "dios" y "salvador", quien trae la paz a Roma, cuyo nacimiento "marca el comienzo de la buena nueva, por medio de él, para el mundo". Aquí Lucas asevera que Jesús completa de manera más plena la obra de Augusto. Él es el que trae verdadera paz al mundo. Similarmente, Juan el Bautista en Lucas es descrito como aquel que "guiará nuestros pasos por un sendero de paz [1:79].

En el evangelio de Lucas Jesús es rodeado de un aura de sanación y reconciliación que afecta a todos los que entran en contacto con él. Este énfasis de Lucas se puede ver en pasajes que son únicos en la narrativa de la Pasión. Sólo en Lucas sana la oreja del siervo cortada en la riña que ocurrió al momento del arresto de Jesús [22:51]. Sólo en Lucas Herodes Antipas y Pilato se hacen amigos rápidamente, algo inesperado, ante la presencia de Jesús [23:12]. Sólo en Lucas Jesús ora por el perdón de sus verdugos [23:34]. Y sólo en Lucas uno de los crucificados con Jesús expresa tener fe en él [23:39-43]. 

También ha un tema en Lucas que ve a Jesús como el último profeta cuyo destino es morir en Jerusalén como lo hicieron los profetas que le precedieron.
Unida a esta cristología se encuentra la preocupación de Lucas por los marginados en la sociedad del primer siglo. Los pobres, los oprimidos, los enfermos y las mujeres reciben una atención especial en este evangelio. Se espera que los cristianos atiendan las necesidades físicas de la gente, especialmente los más desaventajados y se aseguren de que nadie pasa hambre o no tiene un lugar para vivir. Los ricos en Lucas aparecen teniendo dificultades para despegarse de sus posesiones, aunque los pocos que los hacen son elogiados [Hechos 4:32-37].

La perspectiva cristológica más importante en Lucas es la de Jesús que trae "shalom", es decir paz, sanación, reconciliación, perdón e integridad. Él lleva a su cumplimiento las promesas de Dios de bendecir al mundo por medio de Israel. Un discipulado auténtico se define por la promoción del bien de todos, especialmente los marginados, y por la búsqueda de la paz y la unidad.
Luke Timothy Johnson, Luke [Sacra Pagina] (Collegeville: Liturgical Press, 1991), p. 9.